El acercamiento al azul, tras haber cruzado al "otro lado", produce una transformación. Este paso, que parecía peligroso y amenazante, nos lleva a un lugar de tranquilidad. La mente conserva su equilibrio pues lo que muere, cuando vamos más allá del muro de la conciencia, no es "la persona" (en el sentido jungiano de persona) sino "la identificación" con la persona.Tras este paso hacia la individuación, la medusa se transfoma en un "ser circular", un mandala (Jung), capaz de multiplicarse.

Medusa transformada. Óleo sobre lienzo. 1992. (146 X 114 cm.). Autora Loli Iñiguez.
El camino que se recorre para ser uno mismo está sembrado de muertes simbólicas. Muere lo que "creemos que somos" para que podamos ser.
En este punto, conviene hacer una cita de C. G. Jung:Jung: Psicología de la transferencia, pg. 131 y 132 (la cursiva y las comillas son del autor).La nueva personalidad no es de ningún modo, un tercero entre lo consciente y lo inconsciente, sino que es estos dos juntos. Es trascendente a la conciencia, y por tanto ya no debe calificarse de yo, sino de sí-mismo. ...el sí-mismo es yo y no yo, subjetivo y objetivo, individual y colectivo. Es, como concepto esencial de la unión total de los opuestos, el "símbolo unificador", y sólo puede ser expresado conforme a su naturaleza paradójica, mediante figuras simbólicas
Comentarios
bien por ti!
un gran saludo!
interesante la teoría en Jung.. más interesante la práctica.
Un saludo.
Très intéressant, votre blog, bravo :)